Sin ideas, sin fútbol y sin ganas. El equipo de Carlos Queiroz mostró su peor versión.
Hay derrotas de las que se aprende y otras que dejan muchas preocupaciones. Y muy seguramente, ni Carlos Queiroz ni los jugadores de Colombia habrán podido dormir tranquilos: ni el calor, ni el horario, ni la nómina, ni el planteamiento, ni los cambios: nada le salió a la Selección, que sufrió la peor derrota de su historia como local en la eliminatoria, al perder 0-3 con Uruguay en Barranquilla.
La formación que planteó Carlos Queiroz fue toda una sorpresa. Aunque llamó a dos jugadores para una hipotética posición de lateral derecho ante la ausencia de Stefan Medina y Santiago Arias, ninguno de los dos (Luis Orejuela y Daniel Muñoz) comenzó como titular. Sacó a Juan Guillermo Cuadrado del puesto de interior derecho y lo mandó a la defensa, y le abrió cupo a Mateus Uribe.
La otra modificación sí era más o menos esperada: como Dávinson Sánchez apenas llegó el jueves a Barranquilla, el DT se decidió por Jeison Murillo al lado de Yerry Mina en la pareja de centrales. Normalmente, al que no se le tiene tanta confianza es al nuevo, en este caso Murillo. Pero el que falló, muy feo y muy temprano, fue Mina, que entregó una pelota dividida por el centro del d campo y a Lerma, el receptor del pase, lo anticiparon fácil. La jugada terminó en un toque de Nahitán Nández a Édinson Cavani y en el gol número 16 del ahora artillero del Manchester United en las eliminatorias.
Después del gol, Colombia se veía perdido, sin ideas, y más bien expuesto a que Uruguay le volviera a hacer daño. Si los celestes estaban preocupados por la ausencia de Federico Valverde, pues Lucas Torreira lo hizo olvidar rápido. Más bien, casi recibe un segundo gol en un balón que Lerma perdió saliendo de su campo. Rodrigo Bentancur robó, se asoció y Ospina tuvo que resolver en una doble atajada.
A Queiroz le tocó desbaratar su esquema y barajar de nuevo. La intención era mantener la pelota y tratar de hacer daño y ahí el sacrificado fue el que, en el papel, es el que menos podía aportar en esa idea, Wílmar Barrios. James salió de la banda derecha, el 4-3-3 tradicional del DT portugués quedó en el olvido y con el ingreso de Luis Díaz, la idea fue distinta. Realmente solo hubo un acercamiento, no una gran opción de gol, en un centro de Lerma desde la derecha, un cabezazo de Duván Zapata más pensando en buscar receptor en el área chica que en rematar al arco, y una llegada tarde de Mina.
Con los mismos hombres, Colombia parecía comenzar mejor y alcanzó a meter un susto con un cabezazo de Zapata al palo, pero el equipo volvió a perder un balón saliendo: esta vez, el del error grave fue James Rodríguez: lo anticipó Bentancur, quien tocó para Luis Suárez. El ‘9’ del Atlético de Madrid tiró un centro al área y Jeison Murillo salió a tratar de cerrar: se fue en blanco y el juez Fernando Rapallini consideró que había penalti: ni el arbitraje ayudó al equipo, porque no se ve clara la infracción. Suárez anotó el 0-2 y sigue siendo el goleador histórico de las clasificatorias, con 25 tantos.