Mérida Yucatán a 03 julio 2020.- La Fiscalía General del Estado, inició la carpeta número 167/2020, relacionada con el crimen del joven Roberto J.A. de unos 22 años de edad, cuyo cuerpo fue encontrado en el interior de un pozo en un terreno baldío de la colonia Leandro Valle y según se averiguó, ya se tiene plenamente identificado al presunto responsable, quien de un momento a otro será puesto en manos de la justicia.
Macabro hallazgo en el refrigerador de un narcomenudista detenido en la colonia Leandro Valle; vendía carne a sus vecinos
Un espantoso crimen ocurrió en la colonia Leandro Valle, al nororiente de Mérida, donde una persona fue asesinada, destazada y fileteada.
Sus restos fueron hallados después en el fondo de un pozo dentro de un terreno cercano al predio del homicida.
Los hechos, ocurridos en un predio de la calle 37 por 4 y 6 de dicha colonia, han conmocionado incluso a los propios agentes investigadores, policías y rescatistas que tomaron parte en las indagatorias.
A dos cuadras a la redonda del sitio fueron acordonadas por las autoridades desde el miércoles por la tarde. Hasta anoche se mantenían cerradas al paso, en medio de gran hermetismo oficial.
Inicialmente se recibió el reporte del hallazgo de un cadáver en estado de descomposición. Posteriormente llegaron numerosas unidades de la Policía Estatal al lugar, incluyendo altos mandos.
Segun trascendió se pudo saber que antes se realizó un cateo en el predio mencionado, donde se encontraron estupefacientes, principalmente marihuana, de modo que el hecho se relacionaba con narcotráfico.
Los agentes investigaban la desaparición de Roberto de Jesús F. A., de 22 años de edad el domingo dijo a sus familiares que iría a los cajeros de la Macroplaza.
Desde ese momento dejaron de saber de él, pues tampoco se presentó a trabajar el lunes, por lo que dieron aviso a las autoridades.
El joven trabajaba en un “call center” de la empresa Explora, localizado en la colonia México.
Tenía 2 meses sin trabajar debido a la pandemia y apenas la semana pasada fue llamado para regresar a sus labores.
Como otras personas, se encontraba en grandes apuros económicos, según habían comentado sus propios parientes a la autoridad.
Al momento de desaparecer vestía una playera negra de manga larga y pantalón de mezclilla llevaba un piercing en la oreja izquierda y una cicatriz en la ceja izquierda, sin tatuajes.
Tras el reporte de su desaparición, la Policía Cibernética rastreó las conversaciones de su teléfono celular, así como los mensajes en Facebook, como parte de las indagatorias realizadas.
Eso llevó a las autoridades a dar con un joven, de edad similar, que se dedica a la venta de estupefacientes y a cuyo domicilio en la colonia Leandro Valle llegaron para interrogarlo sobre el paradero de Roberto.
El muchacho dijo a los agentes de la Policía Estatal de Investigación (PEI) que sí lo conocía, pero no lo había visto y desconocía qué pudo pasar con él.
Sin embargo, al ser la última persona con la que Roberto tuvo contacto, los agentes dudaron de su versión y consiguieron una orden de cateo para ingresar al domicilio el miércoles.
La acción se llevó a cabo por la tarde con elementos estatales fuertemente armados, que rodearon el predio del presunto homicida y “tirador” de droga, el cual ya estaba detenido.
Los agentes de investigación encontraron marihuana y otros narcóticos que almacenaba para su venta, los cuales también consumía, y algunos indicios de que ahí se había cometido un crimen.
Al revisar todos los rincones de la casa hallaron dentro del refrigerador bolsas con carne, que luego admitió haber obtenido del cadáver del ahora occiso.
El joven detenido confesó el crimen y narró a los agentes que el domingo se encontró con Fuentes Amaro y se dirigieron a su casa, donde ingirieron bebidas embriagantes y consumieron droga.
Luego discutieron, por motivos que aún no se han revelado, y le dio muerte ahí mismo. Posteriormente lo desmembró y fileteó sus partes, que luego intentó vender como carne para consumo, según declaró y luego se corroboró con habitantes de la zona residencial.
El homicida dijo a los agentes dónde se encontraba el resto del cuerpo y fue así como se dirigieron al terreno y hallaron al joven descuartizado.
De inmediato se dio el aviso y al lugar llegaron alrededor de 30 unidades de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), de la PEI, Fiscalía General del Estado, Bomberos y Rescate, paramédicos de la corporación y Grupo Especial de Operaciones Tácticas (GEOT).
El acordonamiento inicial se extendió dos cuadras a la redonda del predio, ubicado a 100 metros del Periférico de Mérida y la salida a Chichí Suárez.
Los rescatistas descendieron al pozo señalado y extrajeron las partes descarnadas del cuerpo, huesos y la cabeza. El cadáver estaba desmembrado y en estado de descomposición.
Al sitio llegaron altos mandos de la SSP y de la PEI, mientras se realizaban las indagatorias entre los vecinos.
Fue así como se supo que el homicida intentó vender la carne en las casas cercanas, pero los vecinos dijeron que rechazaron comprarla al saber que es una persona que “no estaba normal”, que era adicta a las drogas y con dudosos antecedentes.
Agentes del Ministerio Público acudieron ayer jueves al mediodía al lugar de los hechos, así como el Servicio Médico Forense (Semefo) para recoger el cadáver y trasladarlo a sus instalaciones .
El día de hoy el homicida continuaba declarando en la Fiscalía, a donde ayer por la tarde llegaron los familiares del joven desaparecido para reconocerlo y hasta la noche seguían en las instalaciones declarando ante la autoridad.
Personal de la FGE recolectó las características del occiso, y las llevó al Semefo para compararlas con el cadáver sólo faltaba realizar la prueba genética, pero se da por hecho que es la misma persona.
La identidad del homicida se mantiene reservada, pues las investigaciones continúan y se han ampliado hacia sus contactos, y la autoridad tampoco ha emitido hasta el momento información oficial respecto de este espeluznante crimen.
(YucatánInforma/Aurelio Moreno-Hunab Ku)